miércoles, 26 de octubre de 2022

Ayahuasca (relato breve)

  

AYAHUASCA

Por...MARK


   Caía suave por el vacío y estaba lleno de un nunca que parecía ser eterno. Era un nunca más, inundado de adioses y hasta prontos, con olor a perfume de mujer y sabor a labios enmascarados con labial. El vacío parecía estar mojado por las lágrimas de un llanto desesperado, y gritos realmente abrumadores me rodeaban por completo. Y yo caía y caía, esperando talvez aterrizar de golpe para por fin encontrar la muerte, pero parecía que esta se quería escapar o no le gustaba mí presencia. Viajaba yo por un túnel rodeado de luces rojas, verdes, azules, y más colores, muchos de ellos extraños, pintados en un fondo negro azabache, con algún destello en tonos amarillos, que me iluminaban la cara, y me incandilaban. Después de tanto caer, me detuve de bruces flotando en el aire, sobre el fondo negro lleno de colores, parecia que no había gravedad, o que estaba en el espacio exterior pero con la diferencia que allí, donde me encontraba, podía respirar. Traté de gritar pero mí voz no salía, de la nada entre las sobras, como si fueran clones, salieron muchas versiones de mí que trataron de agarrarme, y tiraban de mí en diferentes direcciones, parecía que me iban a arrancar las extremidades, pero curiosamente no sentía dolor. De pronto me vi rodeado de multiles yo que me rodearon cubriendome por completo, y de la nada sus cuerpos formaron mí cara, y de mi cara salieron brazos, y piernas, un cuerpo enorme, y de la nada era un gigante que caminaba por ese vacío, con múltiples yo pegados, y nos movimos como uno solo.

   El vacío pesaba y yo hacía fuerza por avanzar, y delante de mí, a unos metros, se abrió una puerta luminosa en medio de toda la negrura, sabía que tenía que ir por allí, por lo tanto corrí y corrí, y cuando estuve frente a ese portal comprendi que con mí tamaño no podría pasar y solo mí esencia, esa pequeña personita que estaba en el fondo podía hacerlo, así que hice fuerza en la puerta, y de a poco esas copias de mí yo se fueron reventando en pequeñas particulas sanguinolenta, cubriendo todo de rojo, y finalmente mí yo dormido salió se todo esa sangre, desnudo, en posición fetal, y flotando penetró la puerta. Abrí los ojos y estaba en un lugar carnoso, a simple vista asqueroso pero reconfortante, cuando una mano enorme me sacó afuera de ese lugar y entre a un pasillo rodeado de luces y rostros grotescos que se dibujaban a contraluz. Hablaban en un lenguaje que desconocía pero que extrañamente podía entender, hablaban de viajes, de volver a nacer, de la esencia, de una segunda oportunidad.

   Cuando abrí los ojos y salí de ese trance que me había inducido un profundo placer me sentí renovando, había sido la mejor experiencia de mí vida. El chamam que estaba a mí lado me dió a tomar agua que bebí desesperado, tenía la garganta seca, después lancé una mirada al lugar en donde estaba, todos eran rostros hermosos y hermanos, y podía sentirme renovando. Podía sentirme yo mismo.

    Agradecí eternamente este suelo latinoamericano, rodeado de toda su magia, de toda esa vida que los demás pueblos del mundo nos envidian, nosotros somos el pulmón de un universo que se comunica, de una naturaleza que ama, y somos los dueños de la tierra que ahora todos aquí, en esta parte del mundo pisan. Ser latino simboliza el orgullo de un pueblo por sus raíces, la veneración de un pasado que nos permite unificarlo con lo antiguo. Somos la puerta de la conciencia para un vida equilibrada, somos ese ritual que, en un viaje mágico y poético, nos lleva a comprender que somos, porque estamos aquí, y cual es nuestro futuro. Por eso cuando llegue a mí casa, que está allá arriba en las montañas, donde el frío de este invierno me azota en cada mañana, comprendi el porque estoy acá, y que la vida muchas veces da una segunda oportunidad. Es como un segundo nacimiento en un constante equilibrio entre el orden humano y natural. Todos somos unos, ensimismados en nuestro yo, pero ocultando ante todos lo que verdaderamente somos, y tú... ¿Quién eres realmente?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario