domingo, 16 de abril de 2023

TROMPADA A LA POLÍTICA

 CUANDO EL PUEBLO DICE BASTA


PAÍS INJUSTO = PAÍS DE BOLUDOS


Por... MARK
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  Ya es por demás conocida la imagen de la brutal golpiza a Sergio Berni, ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, cuando en un intento de querer hacerse el héroe de acción, al parar una manifestación de colectiveros, terminó golpeado por la furia de la gente, ahora ¿Qué significa ese suceso para la política actual? ¿Cuál es el mensaje detrás de aquella acción?.
   El mensaje es por demás contundente, estamos ante el hartazgo de una sociedad cansada por la inoperancia e irresponsabilidad de un gobierno que, bajo el lema de «primero la gente», no ha hecho más que priorizar sus cabezas, dejando al pueblo trabajador en las manos del hambre y la miseria; miseria que trae consigo delincuencia y por ende muertos e inseguridad.
   Lo que pasó hace unos días (o semanas según cuando sea publicado esto), es la pérdida total de miedo a los gobernantes y una parada de carro a los que se consideran oposición, advirtiéndoles que tengan cuidado, hagan las cosas bien, porque el pueblo está cansado.
   Es por demás entendible esta situación, y es obvio que la acción de golpear a un funcionario es hasta cierto punto repudiable, pero está claro que solo refleja lo caldeado que está el humor social, puesto que la falta de empatía y las nulas ganas por generar un cambio positivo por parte del gobierno de turno para mejorar la vida de los ciudadanos, generan en el pueblo éstas reacciones violentas.
   ¿Hasta cuándo hay que seguir aguantando el hambre? ¿hasta cuándo hay que aguantarse la doble vara y el hecho de ser tomados como idiotas? ¿hasta cuándo hay que vivir con el miedo de salir de tu casa y no saber si volves? Micro-estallidos sociales se empiezan a hacer notar, el hartazgo se hace notar, mientras que en el mundo mediático, los políticos se pasean hablando y proponiendo estupideces, pero la realidad es que son solo palabras. 


 Conviene mirar atrás para darse cuenta lo inepta, corrupta y ladrona que es la política Argentina, rodeada de fanáticos que veneran a los políticos como si fueran dioses todopoderosos, pero son los mismos ladrones de siempre.
    Argentina es ese país en donde tenes que trabajar de ocho a doce hora, en uno o varios trabajos, para poder pagar los asfixiantes impuestos (que es lo único que no baja) ¿pero a dónde va esa plata?, yo no quiero financiar las lujosas mansiones de los políticos anticapitalistas. Acá «el que no roba es un gil», en este país «el vivo vive del tonto, y el tonto vive del trabajo», pero luego son los políticos quienes cargan la bandera de «luchadores por los derechos de los trabajadores», aunque después los dejen abandonados y se olviden de ellos. 
   Los políticos argentinos ahora están en esta cruzada de ver quien será el próximo en ocupar el «trono», se enredan en luchas infantiles y banales, sin darse cuenta (o tal vez si) de que las personas como vos y como yo, quedamos en el medio de esas luchas de ego, «someterse al poder degrada» decía Bakunin, y cuanta verdad posee esa frase.
   El puñetazo a Berni fue solo una advertencia de un pueblo cansado, no necesitamos palabras, se necesitan acciones, no sé necesita fotos de campaña, se necesita que cumplan con las promesas y no dejen las cosas a medias. Se necesita funcionarios menos idiotas y más capaces, que sepan leer sobre todas las cosas (algo muy importante), y que se planten ante las adversidades, no que a la primera de cambio se escuden en el famoso «Ah pero...». 
   La desconexión del terreno político con la vida del pueblo demuestra que ellos no tienen ni la más mínima idea de lo que pasa, después de todo no pesa en sus consciencias el incremento de niños pobres o la gente que muere asesinada, total todo se puede tapar, algún medio pueden comprar para que limpie las imágenes de un partido, después de todo la televisión es también responsable de ésta debacle. El periodismo que cumple el rol de ser el «buen perro» de algún funcionario o de un partido, carga con la culpa de haber dañado consciencias durante la pandemia, de haber inflado números de muertos, de haber ocultado información de desaparecidos durante el confinamiento, de haber perseguido a personas; tienen la culpa de ser comunicadores del odio, porque aquel que prostituye sus ideas a cambio de un poco de plata, es una persona que no vale. La decadencia de la información género un periodismo que divide a la sociedad, pero como siempre se dice: la verdad termina saliendo a la luz.
   La trompada a la política caerá en las elecciones, cuando la derrota de este gobierno de fascistas se haga una realidad, aunque también hay una realidad de que no hay opciones que convenzan o proporcionen confianza, solo veo gente que quiere poder, prometiendo cosas de las cuáles no cumplirá ni la mitad. Su modus operandi es el aprovechamiento de la masa ignorante, del pueblo embrutecido, y es ahí donde hay que dar la batalla, educar al pueblo y alejarlo de la manipulación partidaria.


   A ver, seamos sinceros, aún así granara el partido de Milei, le va a resultar imposible poder arreglar mínimamente los daños ocasionados, por más que cuatro años pareciera mucho, se pasan rápido. De todas formas no hay a esperanza, la gente está devastada, solo piensa en irse, porque saben con todo el dolor en el mundo, que el futuro no está en este país el ruinas, ni el de ellos ni el de sus hijos. El problema ya se ha convertido en un problema social, donde el lavaje cerebral se hace notar más, el fanatismo, en cualquiera de sus vertientes, es como una enfermedad.
  La trompada a la política es solo una advertencia de un pueblo vapuleado, que solo pide vivir dignamente. Si los políticos no hacen nada, será hora de que empiecen a caer, y las calles se regaran con la sangre de esos nefastos funcionarios, por eso le digo mí amigo o amiga: ¡Haga patria, golpee a un político!
  


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