viernes, 12 de mayo de 2023

EL HOMBRE MODERNO Y LA CIVILIZACIÓN CONTEMPORÁNEA- PARTE II

 


CAPÍTULO II


Desarrollarse o perecer


I)-Sobre el afrontar la vida. II)- El esfuerzo y sus frutos. III)- Análisis actual de la vida moderna.
IV)- Los moralistas del siglo XXI. V)- Decir la verdad o callar para siempre.



I)- SOBRE AFRONTAR LA VIDA


Afrontar los hechos cruciales de la vida no siempre resulta fácil, ni mucho menos satisfactorio, debido a que encararla a ésta es una decisión sumamente arriesgada, pero definitivamente crucial. El hecho de afrontar la vida, es un símbolo de madurez en nuestras conciencias, es allí donde nos damos cuenta en donde ya no necesitamos el apoyo de nuestros padres, y empezamos a movernos solos en este mundo. A veces lo entiendo, esto suele ser muy difícil, más cuando se trata de madurar de golpe.

De todas formas, y sin lugar a dudas el problema, o el incidente principal que nos suele afectar más que cualquier otra cosa, es la idea de que la vida no es como la esperamos, de que soñamos con la libertad, pero nos vemos obligados a sacrificarla cada día un poco más. Es ahí donde colisiona ese mundo ideal, con la realidad cruda, igual ante esta situación no hay que alarmarse, es simplemente un proceso que nos sirve para entender que no todo es como esperamos. Es ese momento en donde nos destetamos del seno de nuestros padres, para pasar a ser nosotros los que debemos hacer las largas e interminables filas en el banco, o para pagar cualquier servicio, e incluso saber lo difícil que es administrar el dinero para llegar a fin de mes, teniendo que sacrificar todos tus sueños de tener ese cosa que tanto deseaste, para en cambio comprar algo de comida.


Estos sucesos y muchos más que te acompañarán, te harán darte cuenta que la vida cuesta, y que en muchas ocasiones se pone pesada. Al hombre que piensa diferente, uno podría arriesgarse a decir que no le mueven ni el más mínimo pelo estas cosas, pero ahí está la situación, por su personalidad fuera de lo común, por su carácter de aspecto crítico, por su enfoque contestatario y su perspectiva de cuestionar la vida, se le hace a él mucho más pesado, con la diferencia que posee la habilidad de sobrellevar dichas cosas, sin perder el juicio en ningún momento, ni desesperarse ante las situaciones más tensas.

El que piensa distinto, sabe reconocer sus falencias, sabe que no deja de soñar ni idealizar a las personas o situaciones, si bien esto no quiere decir que siempre esté tranquilo, y que su temple sea imperturbable e inquebrantable como una armadura de caballero, sino todo lo contrario, el diferente sabe que la vida muchas veces cuesta el doble, o el triple en algunos casos, y por eso decide avanzar con prudencia, pero siempre firme en lo que piensa. La idea de llegar a viejos manteniendo los mismos ideales es algo que a todo el mundo le gustaría poder hacer.

También hay que decir que el hecho de afrontar la vida habla mucho de la capacidad intelectual de las personas que son lanzadas a ésta vida, y no se trata de una preparación previa, porque todos cuando empezamos la etapa de maduración, desconocemos por completo las situaciones que el mundo nos puede plantear, algunas duras como una roca, y otras un poco más suaves, como caricia de madre.

Esto nos lleva a decir que la maduración, y el intelecto están demasiado ligados para con el hombre diferente, sobre todo, sabiendo que vivimos en una época llena de oscurantismo, y dónde impera casi la idea de un pensamiento único, lo que sea considerado como iluminador de las mentes, y despierte conocimiento, será rotundamente prohibido. Por eso el hombre culto, o intelectualmente instruido será apartado, señalado como un loco, su voz será silenciada de mil maneras, pudiendo figurar hasta la muerte como un método eficaz entre esas maneras.

Es por eso que al que piensa distinto, todo se le puede volver más complicado, pero recuerden siempre que nuestra resistencia está plenamente ligada a lo que somos. No nacemos siendo fuertes, ese concepto lo vamos agregando a nuestro vivir a medida que aprendemos de nuestros errores, a medida que nos equivocamos, y sabemos aceptar ese error como una parte de la vida.

Así pues se madura, y hoy en día en la vida actual, parece que vamos en un viaje sin retorno a un retroceso colectivo, donde prima la idea del «todo de arriba», y dónde la cultura se deforma con la vida miserable y egoísta de la política. Ya perdimos dos cosas muy importantes, la idea del esfuerzo, y la cultura, por favor, espero que nunca perdamos nuestra conciencia que es lo más preciado que tenemos, ya que ella nos hace humanos, y nos impide someternos a las bajezas de la vida superficial y hueca que impera en éstos tiempos.


II)- EL ESFUERZO Y SUS FRUTOS


En la cultura de este nuevo sistema de vida, parece que está mal rendirle culto al esfuerzo, hablar de mérito trae consigo una serie de acusaciones injuriosas, que si uno las analiza un poco sabe que en el fondo no son más que mentiras. El hombre diferente, el que no piensa como el grueso de la gente, sabe que el esfuerzo es lo que le da valor a lo que ama, sabe por sobre todas las cosas que nada viene solo, y que si se sienta a esperar a que la vida lo sorprenda, llegará un tiempo en donde se cansará de esa eterna espera, y sus huesos se harán polvo al contacto con el viento.

Nada viene solo, nada se construye con facilidad, la vida en sí se va haciendo pedazo a pedazo, nada más claro que poner el ejemplo de un rompecabezas, en donde nos vamos construyendo poco a poco.

Lo que sí es claro es que mucha gente tiene miedo de relacionar al mérito con el trabajo, como si estas dos cosas estuvieran ligadas de manera perpetua, pero no siempre es así, el mérito se ve ligado a toda aquellas cosas en las que yo realizo un esfuerzo «X» para conseguir un determinado objetivo «Y», es aplicable para todo. Por ejemplo el joven que dedicó horas de estudio para poder aprobar aquel exámen, puede estar contento que el esfuerzo realizado por voluntad propia para sacar una buena nota, es obra del mérito. Es el fruto, el goce de quienes lo dan todo por un objetivo. De nada le serviría a ese alumno realizar alguna trampa para aprobar, porque sabe que tiene dos opciones, puede ser descubierto, o esa sensación de éxito será pagada con una satisfacción efímera, siendo un goce pasajero, porque la trampa o lo fácil solo llevan a eso, es como el placer después del sexo, dura unos instantes y después se va.

Enseñarle de padre a hijo el valor del esfuerzo, y sus frutos, son algo que la personalidad diferente sabe hacer muy bien. El éxito llega siempre con esfuerzo, si quieres ser un gran artista, reconocido en todo el mundo, sabrás que si te quedas esperando a que esa brisa de viento sople y ponga en marcha tu barco camino a la cima, estas muy equivocado, porque el barco solo no funciona, necesita de más cosas para que logre hacer algo, y el viento es solo un empujón. Si no sabes pilotar el barco de seguro irás con rumbo incierto por allí, pero si te instruyes, aprendes, tomas conciencia de las cosas, el destino mí amigo te sonreirá.

Si alguien te da algo hoy, no pretendas que con eso ya tengas la vida resuelta, ni puedas esperar lo mismo mañana, porque no hay cosa más clara que lo que viene fácil, fácil se va.

La vida moderna que margina a los que piensan distinto, e idolatra a los iguales, se encarga de malcriar a la generaciones venideras con aires de facilidad, y de que todo está servido en bandeja de plata. Eso no hace más que crear una generación de débiles que se van sucediendo una tras otra, acostumbrados a no morder la mano que les da de comer.


III)- ANÁLISIS ACTUAL DE LA VIDA MODERNA


La vida actual se ve atravesada de manera directa por una serie de ideas, vivencias, conceptos y miradas diferentes, que no hacen nada más que tratar de imponerse una por sobre las otras, hoy no hay nada de consenso para la decisión propia.

En este mundo de hoy las guerras de ideas son moneda corriente, el mundo se mueve por hombres y mujeres de ideas que no hacen otra cosa que tratar de establecer una supremacía. Para el original, para el que es de su día día el criticar lo establecido, sabe que eso solo lleva a un desgaste social, ya que ninguna idea logra someterse a otra, menos someter a las personas.

Los que tenemos una forma diferente de ver las cosas, los que somos cuestionadores, en fin los que no agachan la cabeza, solemos ver esta imposición por sobre las demás gentes, y un medio muy eficaz para ello son las redes sociales. concentran el núcleo más fuerte de las buenas ideas, y de las ideas extremistas, es un punto que en ciertos aspectos puede ser positivo por una infinidad de cosas, pero a su vez logra o hace que sea más difícil la comunicación, y la transmisión de ideas, y con eso me refiero a que hoy en día la censura está a un click de distancia. Así como democratizó el hecho de que todos podemos ejercer el derecho de la libre expresión, también habilitó a cosas como la cancelación, y sobre todo fomenta la idea de acallar a aquéllos que no piensan como quieren que se piense.

Este puede ser el único hecho en donde el diferente puede ser acorralado por estos censuradores compulsivos, que no toleran la libertad, sacándole todo opción para comunicar lo que piensa.

Aquí entran al juego los famosos moralistas, que se encargan de decir que está bien y que está mal —cuando en realidad nadie es capaz de juzgar la forma del ser ajeno—, creyendo que ellos tienen la verdad sagrada en sus manos.

La vida actual puedo decir con un pesar inmenso en el alma, que está ligada a la imposición de ideas y la supremacía de estas, a la cultura de la censura y al juzgar la vida ajena como si la que yo estoy viviendo fuese un ejemplo de impecable perfeccionamiento.


IV)- LOS MORALISTAS DEL SIGLO XXI


Que fácil es decirle a alguien lo que tiene que hacer, pero que difícil es ponerse siempre uno como ejemplo. Cómo dicen «habla de alguien más cuando tu vida sea un ejemplo a seguir», sabias palabras para defenestrar a estos moralistas, que se creen los dueños de la verdad absoluta, de todas formas al igual que «no hay peor ciego que aquel que no quiere ver», no hay pecado más grande querer decirles a los demás lo que es la verdad cuando ni ellos mismos saben lo que es la verdad.

Hoy te reprochan las cosas que no hiciste antes, o te reprochan hoy por las cosas que hiciste en el pasado, o te reprochan ahora que no haces nada con tu pasado, que tu presente está perdido, y no estás haciendo nada por tu futuro. En esa sociedad vivimos hoy, unos se jactan de la vida perfecta, de la vida sin defectos, indicándole a los demás cómo deben vivir. Sinceramente no necesito que nadie me diga como debo vivir mí vida, ni seguir el ejemplo de nadie, yo soy mí propia historia, y mí propio camino.

¡Y por favor, si has decidido seguir tu propia huella, no vayas a equivocarte nunca, o dar un paso en falso! Los moralistas estarán atentos para decirte y recalcarte, como si fuera una cruz que deberás cargar, todos los errores que has cometido, porque ellos jamás de los jamases cometen equivocaciones. Son el ejemplo perfecto de una vida impoluta, siempre de punta en blanco, elevándolos a la categoría de seres superiores, casi semidioses.

El moralista nunca reconoce la falta de su moral, es muy fácil decir los defectos que se ven en el ser ajeno a nosotros, pero es muy difícil ver los que ellos tienen. Esto se debe a qué quieren evadirse de esa tarea, no quieren dar el brazo a torcer y reconocer que también son mortales propensos a cometer furcios, que son imperfectos, pero ¿Por qué llegan hasta ese lugar? ¿Quiénes los elevan? Esto se puede deber a dos razones:

a)- Tienen un ego desmedido que les hace nublar la conciencia, negándoles la visión clara de lo que son, y que no son más ni menos que nadie. Lo cual eso sería una lástima ya que les quita su valía como ser humano. Lo más triste de todo esto que es son personas que suelen terminar solas, o tienen una vida en soledad, apartando a la gente por mérito propio, ya que se creen más que cualquiera, y cuando conocen a alguien que los baja de ese pedestal, se ofenden para después desaparecer, y volver nuevamente a la carga una vez su ego haya sido sanado.

b)- O se trata nada más y nada menos de una necesidad de aparentar lo que no son, disfrazando sus YO verdaderos con disfraces de una moral falsa, y dándole a la gente lecciones de lo que es y no es mejor para sus vidas. Son como falsos gurúes que van por ahí desaconsejando a la gente con sus lecciones.

Lastimosamente suelen ser personas cargadas con muchos prejuicios para con los demás, y porque no, para con ellas mismas, no son tolerantes, y pretenden ser tratados en calidad de Lords o Ladys.

Pero sí, en conclusión, hay algo que los hace enfurecer de una manera casi inhumana, es la palabra verdad. Odian a quienes hablan o predican con la verdad, porque ellos— según sus propios delirios de grandeza— son los únicos que saben de la vida, y cómo vivirla. No toleran ser escuchados, aborrecen lo que despierta conocimiento, detestan a los que van por la vida siendo originales, pero se contradicen al decir que van caminando por un sendero aparte al de la vida diaria, cuando son la misma copia de la copia.

¿Quieres saber cómo darte cuenta si estás al lado de uno de éstos moralistas? Solo habla con verdad, y su esencia saldrá a la luz, te lo aseguro.


V)- DECIR LA VERDAD O CALLAR PARA SIEMPRE


Sería caer en la redundancia decir que hablar con la verdad es lo único que lastima. Hoy en dónde reina la mentira, no solo con los demás, sino con uno mismo, da la sensación de que es algo casi de mal gusto hablar con la verdad.

Todo lo que sea hablar con la verdad es hoy censurado, detestan que se traiga luz sobre las mentes, y se les revele lo que verdaderamente es. Si bien esto podría ser un pequeño detalle dirigido al poder político, y su sistemático adoctrinamiento, de igual forma esto también se ve involucrado en el día a día.

Vuelvo otra vez a atacar a las redes sociales, porque son moneda corriente en todo lo relacionado a quitar del medio a la verdad, si bien acá la culpa la tenemos de ambos extremos, es decir, está el que miente porque cree que así se eliminará la verdad, y está el que se cree cada una de esas mentiras.



El remedio para evitar caer en trampas es sin duda sencillo, y no cuesta nada, se llama investigar. Pero aquí ya entramos en otro dilema importante, es bien conocido que nadie tiene la verdad absoluta, pero si se tienen múltiples verdades sobre un mismo hecho, o acontecimiento de sucesos ¿Cómo saber cuál es la verdad real? Ante todo lo importante es un requerido y minucioso análisis de las cosas, para poder identificar la veracidad de los dichos que se consideran verdad. Con esto quiero decir que ante todo tenemos el beneficio de la duda, no tenemos porqué creer de entrada los dichos de alguna persona, o las declaraciones solo porque consideramos que son verdad, siempre es a mí entender, poder poner en tela de juicio lo que se dijo, analizarlo y sacar una buena conclusión.

Tampoco estoy diciendo que hay que dudar de cada cosa que escuchemos, solamente que si no estamos seguros de que algo no sea así podemos empezar a hacer una revisión por cuenta propia.

Aún así, volviendo a lo que venía diciendo al principio, para no perder el hilo, la verdad siempre será perseguida, o tapada con otras verdades/mentiras, para satisfacer lo que los demás quieren oír, porque la verdad incomoda, molesta, y a veces duele, pero es necesaria para poder tener ese choque con la realidad que a veces necesitamos. La verdad es necesaria para la vida, y el ser diferente la conoce, y reconoce su poder, y aunque a veces hable locuras para algunos, estará diciendo verdades que quizás ahora no serán comprendidas, pero que en algún futuro serán aceptadas por una mayoría, que anteriormente no quiso escuchar.

De todas formas es así la cosa, es decir la verdad, o callar para siempre, no importa a cuántos oídos sordos se hablen, porque éstas como gusanos de la carne, se irán abriendo paso entre esos oídos tapados, y harán eco en sus mentes, la clave es alentar a los despabilados, y despertar a los dormidos. Crear conciencia no es fácil, es un lento trabajo de hormiga, que al final de un tiempo logra en las personas instaurar la verdad, pero siempre habrá quienes la pongan en duda, o la tapen con otras «verdades», la clave de que triunfemos en esto, está en ser honesto, ser sincero, y no dejarse arrastrar por la corriente de la vida rutinaria y aburrida.

 


CONTINUARÁ...

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