lunes, 13 de noviembre de 2023

EL QUE RIE ULTIMO...

 LA POLÍTICA Y EL POBRISMO (PARTE 2)


BAJO EL YUGO OPRESOR


Por...MARK
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  Otra vez la política que vuelve a manipular la mente del pobre ciudadano argentino, que, tirado en el piso, intenta arrastrase como puede ante las promesas débiles de candidatos poco serios. Ahora mismo estamos a las puertas de una crisis importante, la educación está en su punto más bajo, la salud está con faltantes de insumos, y la nafta en alguno lugares no se consigue (Venezuela ¡quien sos!).

    Lo más lamentable de toda la situación es el hecho de que hay personas que están hoy en el poder, con la suficiente caradurez como para volver a postularse o candidatearse a presidente. Es realmente indigente como la sociedad argentina prefiere comer deposiciones fecales con tal de que un poderoso los domine. Muchos de estos argentinos, cuyo discurso es anti explotación, en contra del capital y vaya a saber que otras estupideces, son los primeros en agacharse en forma de reverencia ante un poderoso que sin piedad pisa sus cabezas. Poderoso que es más capitalista que cualquier otro, cuya riqueza jamás será vista ni en sueños por la mayoría de la ciudadanía argentina.

   Hablamos de estar en contra de la esclavitud, pero nos dejamos poner las cadenas cuando nos arrojan como a un perro muerto de hambre, un hueso con el cual mascar algo para tirar toda la semana.

   Cansa encontrarte fanáticos por todos lados que no comprenden que ellos también la están pasando mal, pero se bajan el pantalón cada vez que un político les extiende la mano. Tenemos que empezar a ser más conscientes de lo que nos pasa y nos rodea ¿Cómo podes seguir votando a gerentes de la pobreza mientras en la esquina hay niños revolviendo la basura? ¿Qué clase de derechos consideran ustedes que les serán arrebatados cuando un trabajador no tiene dignidad, cuando la educación se cae a pedazos y la salud decae? Las contradicciones son evidentes cuando se analiza la situación, no hace falta ser un gran politólogo para saber lo que sucede.

   Usar a los pobres como herramientas para el vil enriquecimiento de los poderosos es de un calibre tan bajo, pero el pobre no reacciona, le gusta ser manipulado, el problema es que cuando sale de ese estado pasa a ser llamado un desclasado por su propia comunidad, porque ahora que salió de la pobreza tiene otra mentalidad. Es muy interesante como la política argentina se aprovecha de los más débiles para posicionarse en sus bancas, total el populacho se conforma con tan poco.

   Desarrollamos un país vacío, carente de contenidos que vengan a enriquecer sus tierras, total cualquier voluntad se puede comprar. El estado, esa maquinaria monstruosa que pisa cabezas y aniquila a los condenados, deberá caer algún día de estos, pues el pueblo debe gobernarse a si mismo, bajo sus propios intereses, bajo sus propios acuerdos, esa basura llamada estado es solo una interrupción en la vida del hombre, una generadora de pobreza, una máquina expendedora de billetes, que está regida por hombres de dudosa reputación, que se creen que por tener algo de poder son dueños de manejar las vidas de los ciudadanos. El político solo vela por su propio interés, lo que parecía ser la última burla , terminó siendo la venganza del que ríe ultimo.

   Nosotros permitimos ser gobernados, un pueblo que no les teme a sus gobernantes es peligroso, pero si ese pueblo está domesticado para obedecer, termia siendo consumido por ese gran estado, que nos abraza hasta matarnos, nos asfixia, nos condena. El estado es la cuna del enriquecimiento ilícito, es el chiquero del cual comen todos esos malditos «war pigs», que dividen o condenan, que juzgan con una justicia que está corrompida, que acalla las voces de los más débiles poniéndoles billetes en sus bocas, y un par de paquetes de arroz en sus bolsillos, total acá todo se puede tapar, somos tan tontos que silencian nuestra voz con dadivas que tenemos que aceptar antes de ser destruidos. Pero el estado actual esta completamente desnutrido, flaco, mohoso, podrido por tanta basura morando en su interior, es el momento perfecto para hacer de nuestro explotador un esclavo.

   La revolución más grande empieza por no creer más sus mentiras, y es allí en el medio de todo ese caos, donde el pueblo ascenderá en libertad para reclamar lo que es suyo. Ya no podemos seguir estando bajo el yugo de quienes nos empobrecen o nos asesinan, llegó la hora de alzar los brazos, reclamando lo que es nuestro: la dignidad de vivir en libertad.  


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