EL SHOW DE LA REALIDAD

 SOBRE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SU INCIDENCIA EN LA DESINFORMACIÓN

    DE LA TELEVISIÓN A LOS MEDIOS INDEPENDIENTES DE INTERNET

Por...MARK

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   Hablar con total seriedad sobre el poder que tienen los medios de comunicación masivos, es de alguna manera sincerarse a la hora de decir la verdad. Todos sabemos lo insoportables que se han vuelto los periodistas y panelistas a la hora de comentar, argumentar o narrar un suceso. Ya no importa tanto la información objetiva, ahora todo se trata de teatralizar la realidad, de mirar como si fuera un espectáculo, cada suceso acontecido. El periodismo ha caído al subsuelo de venderse por un poco más de rating. Las noticias se suceden una tras otra, pero no logran ser tomadas en serio, es todo un show, es toda una pantomima para hacer de cuenta que todos están preocupados, en suma: un acting para comprarse al pueblo que ya está harto del sufrimiento.

   No estoy diciendo con esto que todos los periodistas o medios nacionales de comunicación hagan un espectáculo de todo, pero si hay una extraña mayoría que lucra con el dolor. El notero que sale a entrevistar a la gente, se convierte en un ser carente de sentimientos, pues rebusca en el dolor de las personas, sin darse cuenta que su presencia es a menudo molesta. El testimonio de la gente en la calle, se ha convertido en esa parte del teatro, en donde se busca resaltar aún más la visión de las grandes corporaciones que manejan los canales, porque saben que mostrar sufrimiento vende, porque es alimentar el morbo de aquellos desalmados que, prendidos a la pantalla, se dedican a cuestionar todo por medio de Twitter (X). Todo es parte del show, todo es parte de esta gran mentira llamada: comunicación.

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   Por otro lado tenemos a serios «periodistas», que en lugar de tomar una verdadera posición frente a la inminente realidad, se dedican a militar ideas y hacer de ellas su bandera. Pero todo sabemos que eso es imposible, como dijo el gran periodista independiente El Presto: «¡O sos periodista o sos militante, no podes ser las dos cosas!» ¿Y saben qué? Tiene razón, el periodismo militante solo juega con la mente de las personas acrecentando sus sesgos se confirmación, creando más odio, más polarización.

    Lo más tremendo es que llegamos a un punto en donde empezamos a cuestionar las ideas que nos quieren intentar colar los medios de comunicación. La verdad está siendo cuestionada. Y vaya si lo está siendo, cuando la realidad abofetea las caras gracientas de sos periodistas que intentan refutar la misma verdad que los contradice.

    Los medios de comunicación son el canal de propaganda, ya nadie se informa con ellos, son solo consumo irónico. Vale más apagar el televisor que quedarse ciego de tanto mirar aquella vetusta caja boba. La internet y las redes sociales, ofrecen un canal de difusión, de información mucho más potente que cualquier canal de cable. Hoy en día la función de los nuevos periodistas libres, es la de informar con la verdad. Pero, es obvio que también hay algunos que se dedican a la propaganda político-militante, pero son rápidamente puestos en su lugar por los internautas. 

   Ya la misión no es decir la verdad, sino hacer creer una verdad sobre otra construida en una mentira. Antes, la función del periodista era informar, indagar, ser ese que empuja al límite a los poderosos, ahora el periodista es un aparato que no cuestiona (el buen perro del poder), que solo sirve para «salvarle las papas» a algún funcionario para evitar ser linchado mediáticamente. Son un blindaje con el cual el poder aprovecha para confundir y atacar, sensibilizar y polarizar.

  Es evidente que la televisión se encuentra en crisis tras un guerra perdida contra la internet, donde abundan increíbles cantidades de medios alternativos, que juegan un papel más activo en ese rol contestatario y filoso. No es casualidad que estos periodistas libres ganen más público y atención que un canal de noticias prendido las veinticuatro horas del día. 

  Los periodistas lo saben, ellos son solo cadáveres malolientes de una era que finaliza y de la cual no quieren aceptar la derrota. Las épocas doradas de la pantalla chica, donde los medios tenían el control de las masas ha caducado, ahora el hombre y la mujer son sres libres y pueden encontrar información fresca en cualquier sitio. 

   La era de los dominados finalizó.

   

  

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