martes, 6 de febrero de 2024

EL PROBLEMA DE LA MÚSICA LATINA

  

ARTISTAS ACTAULES ¿EXPERIMENTOS DE LAS DISQUERAS O DEBACLE CULTURAL?



LA MÚSICA COMO UN ARTE DEVALUADO EN AMERICA LATINA (O A LO MEJOR NO ES TAN ASÍ...)


Por..MARK

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   La música actual, más precisamente esa que se categoriza como «música urbana», es una moda que está arrasando en los terrenos donde antes los ocupaban grandes artistas ¿Pero es qué acaso no considero artistas a éstos músicos de la movida latina? Bueno, para eso está este análisis.

   Intentar responder si estos «artistas» realmente hacen algún producto parecido al arte, es poner en tela de juicio lo que ellos denominan su «obra». No quiero meterme en en esa definición académica de que la música es armonía, melodía y ritmo, pues por ejemplo la música concreta pecaría de no ser música pese a que está catalogada como tal; no hablemos por ejemplo de géneros más experimentales que se destacan muchas veces por ser sonidos inconexos, que unidos forman el cuerpo de una pieza musical.

   Pero acá no se cuestiona el beat digitalizado o si está hecha bajo las reglas comerciales de las multinacionales, que ven en éste género una mina de oro para explotar. Lo que se cuestiona y se critíca en las más de las veces es sus contenido lírico. Sus letras de lenguaje vulgar, sexualmente explícito y cosificador del cuerpo femenino, producen en más de un oyente una reacción negativa, pero ¿Por qué la juventud se siente atraída hacia ástas corrientes musicales? Si bien hay que empezar diciendo que no todos los jóvenes están a favor de estos géneros (vamos a decir musicales), como el reggaeton, el trap o el RKT, hay muchos que sí, y son mayoría los que disfrutan de dichos estilos.

    Desde mí parte no puedo empatizar con ninguna de las letras, todas me son ajenas a mí forma de pensar y percibir la vida, pero es obvio que si hay personas que disfrutan de ésta música es entonces, en el fondo de la cuestión, donde se esconde una mirada cultural. A ver, América Latina se encuentra en una crisis cultural (obviamente que no está a la altura de las crisis económicas o sociales), pero es importante entender que la cultura es el alma de los pueblos, a ningún político le intersa invertir en cultura, puesto que la ven como una herramienta innecesaria (a no ser que corran tiempos electorales). 

   La crisis de la cultura tampoco es una crisis como tal, pero se refleja en dos puntos importantes: a)-la falta de una educación de calidad y b)- falta de incentivos a un arte creativo y de desarrollo de la personalidad y la conexión del individuo con sus emociones y el mundo en general. Allí entonces se produce un quiebre importante, pues en épocas decadentes es evidente que el producto final sea decadente.


   La cultura, por más que se la deje de lado o no se le preste la suficiente atención, es un alimento para el alma, de ella salieron grandes pensadores o artistas. Lamentablemente estamos ante una generación que presume de manera honorable no leer libros, y desperdiciar sus días en TikTok ¿Qué puede salir de ello? Pues un arte basado en las experiencias de un mundo cambiante, donde reina lo inmoral, donde se premia la hipersexualización, donde se busca llamar la atención. De ahí que no pueda tomarme en serio a «artistas» de argentina como La Joaqui o L-gante, pues su producto decadente no es más que la falta de cultura. Buscan de alguna manera llamar la atención, buscan sacar la canción más bizarra para enfurecer a los boomers, pero terminan no siendo valorados, puesto que la cultura del faso (marihuana), las mujeres, el alcohol y sexo no benefician a nadie. 

    Estás formas de expresión musical son solo la mirada de jóvenes sin futuro, que solo quieren trascender por el mero hecho de hacer canciones poco éticas. A ver, tampoco podemos decir que antes todo era mejor, y afirmar que: «Spinetta se estaría revolcando en su tumba» ¡Por favor, Spinetta cuando estaba en Pescado Rabioso cantaba: «me gusta ese tajo, que ayer conocí»! (No quiero decir que Spinetta haya sido un degenerado, no podemos negar su grandioso legado, lo importante es entender que la música muchas veces puede sonar vulgar o tener letras como «Me gusta ese tajo», pero en el basto universo spinetteano, abunda una riqueza de poesías y metáforas, que estos nuevos artistas jamás en sus vidas lograrán igualar).

   Volviendo al hilo de la cuestión, la música actual es solo el reflejo de las nuevas formas de vivir, y porque no, de las diferencias entre clases. Para la mayoría esto es la representación de una debacle cultural, para otros música que realza la figura de la lucha de las clases bajas (aunque hay que decirlo, muchas de éstas personas no soportarían estar cerca de alguien proveniente de las villas).

   Cómo sea, no se puede negar que las letras tan vulgares y explícitas puedan influenciar a jóvenxs o adolescentes a tener comportamientos «desviados». Eso mismo se vivió con el rock y el metal, y todo su juicio hacia esa música considerada «satánica». Ahora a nadie le importa si las bandas de metal hablan de Lucifer o cosas oscuras (aunque siempre habrá quien siga cuestionando esas cosas por más que hayan pasado de moda).

    A lo que quiero llegar es que las nuevas tendencias en la música urbana, buscan generar un «arte» de alto impacto, en definitiva su misión es escandalizar a vejetes y mabeles, y algún sector por ahí medio conservador. Pero no es algo nuevo, es de alguna manera reafirmar las tendencias que están entre los jóvenes como la presencia nefatsa del alcohol y de la droga (nadie predica el camino straight edge). Digamos que en parte ese objetivo de querer escandalizar solo deja más en ridículo a los artistas, pues ya no se trata de buscar el mejor ritmo o la más bella composición, sino que es una competencia abierta para ver quien hace el tema más bizarro del verano. 


    Siendo sincero, yo no puedo ponerme a hablar de lo que es realmente componer una pieza musical, no soy músico, solo soy un simple oyente (aunque tengo amigos músicos y puedo ver lo difícil que es hacerla), pero es notable como apremia la cantidad antes que la calidad ¿En qué sentido afecta esto al producto artístico? Bueno, ahora las nuevas tendencias buscan lo viral, buscan el clip que se viralice en TikTok con un bailecito que sea lo más inútil del mundo para que así, miles de personas alrededor del globo lo repitan. Ya no nos importa el talento ahora todo se mide en métricas, likes, vistas y seguidores. Y ojo, para mí visión de las cosas el talento si importa, hay una gran cantidad de artistas que realmente hacen música de calidad, autogestionada, con buena producción, pero no tienen la misma cantidad de reproducciones que cualquier video de reggaeton (algo muy injusto). 

  Ahora ustedes podrían decirme que el arte y los gustos musicales son subjetivos, y eso es verdad, nadie discute ese punto. Cada persona tiene gustos diferente sobre diversas cosas, yo no puedo ponerme en la posición de creerme un ser superior por escuchar rock o metal, puedo decir y defender que es el género que más me gusta, pero intentar competir por quien tiene el gusto más elevado, es una batalla ridícula. Lo que si es innegable y altamente objetivo es la calidad del género musical, por ejemplo: nivel de complejidad en la composición, variedad de sonidos, habilidad en la ejecución de los instrumentos, calidad vocal, calidad en las letras. De igual manera no se trata de posicionar a unos sobre otros, sino analziar más allá del gusto. 

    Pero en fin ¿Yo quién soy para cuestioner que es música y que no? Por eso, para cerrar este post, voy a citar una frase de la leyenda del rock, Frank Zappa:

«Si «la música es lo mejor», ¿qué es la música? Cualquier cosa puede ser música, pero no pasa a ser música hasta que alguien quiere que lo sea y el público que lo escucha decide percibirlo como música.»

Frank Zappa 

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P.D.: Ahora se presenta el problema de la cantante argentina Lali Epósito, quien hizo o hace (habría que ver como se desarrolla todo ante un nuevo gobierno), shows de los cuales recibe un jugoso sueldo del estado. Todo esto viene a colación por el supuesto ataque a la cultura por parte del nuevo presidente Javier Mieli, un ataque puramente inventado, ya que la cultura no es ni será nunca un elemento político, es una construcción de la sociedad—de los pueblos—, por lo tanto no depende de un político. Sin embargo, podríamos decir que el gobierno anterior, si trató (y lo logró) de adueñarse de la cultura, beneficiando a amigos y colegas. 

  Considero que el tipo de relevancia que se le da a la música actual no es más que una idea vacía, al querer instaurar algo que nada tiene que ver con las movidas culturales. Letras explícitas que denigran a la mujer, o la someten a una autocosificación, terminan no teniendo nigún valor para un pequeño sector social que busca los aspectos más elevados de la cultura. Sobre todas las cosas, me parece que en ciertos puntos está bien relegar la cultura a las personas, es lo necesario, puesto que cada artista debe auto-financiarse, sin depender de un dinero público.

Cuantos artistas hay que han llegado a dónde están gracias a su propio esfuerzo (pero el mérito parece una mala palabra), es necesario entender eso, desde mi perspectiva, tengo que decir que el estado nunca me dio nada, ya que solo finacia a los que piensan como él—tampoco me arrodillaría para pedirle una limosna, confío en los procesos de auto-edución y auto-gestión de mis propios proyectos.

P.D.2: Es una estrategia vil, pero bueno, forma parte de una movida para adueñarse de la cultura, excluyendo a aquellos que tienen grandes ideas pero discrepan con el gobierno de turno.

   Definitivamente la cultura no está en peligro, ahora es menester de cada artista hacerse cargo de su nombre o del colectivo al que pertenezca. 

 Si un espectáculo o una película es buena o si un artista es magistral en su trabajo, podrá desarrollarse gracias a su idoneidad, no por si el estado le dio un par de monedas.

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