lunes, 10 de marzo de 2025

a)— SOPOR AETERNUS, MI APRECIACIÓN

 

LA POÉTICA DEL DOLOR Y LA PASIÓN 


UN FANTASMA ATRAPADO EN LA REALIDAD 




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«Uno no se ilumina imaginando
 cifras de luz, sino haciendo
 consciente la oscuridad»

(Carl Gustav Jung)

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Por...MARK
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Anna Varney, o mejor conocida como Sopor Aeternus, es un artista cuya belleza lírica roza con la más desoladora de las emociones, la tristeza. Posee una obra exquisitamente cautivadora, que se mueve entre lo gótico, el dark wave y post punk. Amante de la poesía más oscura, cantante de las pasiones más internas, voz inspirada en autores de la misma oscuridad, como Edgar Alan Poe o el gran Howard Philips Lovecraft. 

Instrumentalmente es un deleite de música barroca con elementos sintetizados, para lograr conmover la sensibilidad. Es oscura, tétrica y por momentos irreal, y no nos debe extrañar estas apreciaciones, si su inspiración es guiada por «las sombras», entidades no humanas que vienen, cuales musas, a susurrarle en sus oídos las melodías, las letras y todo lo que constituye su esencia como artista. 

Sopor Aeternus es también la dualidad ambigua del género, una transexualidad vivida en el deseo de querer ser ese anhelo femenino que su cuerpo de hombre le prohíbe, causando la disforia propia por verse atrapada en un envoltorio que no le satisface. 

Anna Varney, se transforma en un personaje misterioso, rodeada por la inseguridad, por no ser comprendida, por no ser amada. Su discografía revela detalles de su mente, manipulada por las sombras—invenciones de su cerebro que le permiten escapar de la realidad miserable en la que habita y habitamos, coexistiendo con una humanidad que, por más que lo quiera ocultar, vive en la angustia.

Su misterio rodeado de aspectos intrínsecos de su naturaleza creativa, la invitan a ocultarse de los seres que hacen más daño que bien. Se suma a su halo de misterio, sus inexistentes presentaciones en vivo, y su exilio en alguna catacumba que pueda mantener alejado su cuerpo de la corrupción del mundo exterior, protegiéndola de los mortuorios rayos de sol que queman la piel. En la oscuridad se hace fuerte, es su alimento, como si fuera un alma vampírica que se nutre a sí misma en la paz del retiro.



Lo extraño, lo que es ajeno a lo común, nos atrae o por el contrario, nos aleja. Anna Varney produce entonces esas dos caras de su arte. Hay quienes la aman y quienes sienten miedo, en parte a este segundo grupo los entiendo, lo raro incomoda, sobre todo cuando estamos desarrollados sobre cimientos más tradicionales, por lo que la estética visual y lírica de Sopor Aeternus puede llegar a impactar o a desagradar. Podríamos, a priori, calificarla de música no apta para todo público, o para un público que verdaderamente pueda empatizar con las temáticas variopintas de sus composiciones. 

Es natural el rechazo a su obra, aunque su escucha puede ser entendida como un viaje al inconsciente de una artista que busca conocerse a sí misma. Desde mi experiencia y desde que la conocí, me sentí muy agusto, es decir que logré conseguir el disfrute de sus canciones. Puede parecer algo imposible disfrutar de obras que hablan de: desviaciones sexuales, muerte, suicidio, depresión, melancolía, ira, abandono. Esto no se trata de estar a favor de esas prácticas y emociones, sino de entender que en el arte todo está permitido, y censurar cosas por el hecho de no ser adecuadas para algunas audiencias, no me parece correcto. Es el trabajo del artista, el tener que conectar con su profundidad, atravesando dolores y recuerdos que quizás prefiera olvidar, pero que al volverlos canción, le permiten sanar ese costado. No es echarle sal a la herida, es más bien que con cada lírica poética, es un punto de sutura a una herida que empieza a cerrarse. 

El artista necesita tanto de lo positivo como de lo negativo. Son las dos potencias que habitan en nosotros. No está mal cantarle a la tristeza o hablar de perturbaciones, porque tenemos que entender que es solo la forma de afrontarlo. Sabemos que Sopor Aeternus tuvo que lidiar con el maltrato y el abandono, quizás no físico pero sí emocional, de su madre, que muchas veces era violenta con ella. 

Detrás de cada artista, hay siempre un contexto que lo lleva hacia un lado o hacia otro. Anna Varney eligió desandar el camino de la oscuridad, como una forma de reconciliarse con su propia esencia lastimada. Nadie puede juzgar los caminos que cada artista decide recorrer, al final todo tiene que ver con la necesidad de sanar, en proceso dónde el dolor es el lubricante que hace funcionar los engranajes de la inspiración.

En definitiva, Varney se ha sumergido en un viaje donde desea conocerse a sí misma. Quizás, y solo quizás, las sombras que dictan su voluntad, no sean más que memorias de sufrimientos pasados, que desean de alguna u otra manera, purgar su dolor.


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☠️Entrevista a Sopor Aeternus 

  Dejo el enlace para escuchar una entrevista que le hicieron a Anna Varney en el año 2014 para una revista. Es interesante poder escuchar su voz por fuera de sus canciones, y narrando los detalles sobre sus discos y la manera de afrontar el arte y la vida, como una sola cosa.

☠️LINK:
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https://youtu.be/Xxn2Ul3hEyk?si=mV4JS-PQRpkPX80p

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