jueves, 10 de julio de 2025

EDUCACIÓN PARA LA VIOLENCIA - PARTE SEGUNDA

 LAS ESCUELAS COMO UN CAMPO DE BATALLA


ALUMNOS INCONSCIENTES Y MAESTROS GOLPEADOS: LAS CONSECUENCIAS DE UNA SOCIEDAD DECADENTE 



-Ángela Peralta Pino-
maestra rural argentina

Por...MARK
*******

*

«El objeto de la educación 
es formar seres aptos para 
gobernarse a sí mismos,
y no para ser gobernados
 por los demás»

(Herbert Spencer) 


*


3
No future

  Existió una vez una agrupación rebelde que le cantó a la cabeza de la serpiente de un país europeo que alguna vez nos hizo la guerra. Creo que la segunda estrofa decía algo como esto: «Don't be told what you want/Don′t be told what you need/There's no future/No future/No future for you » (Traducción: «No le digas lo que deseas/No le digas lo que necesitas/No hay futuro/ No hay futuro/No hay futuro para ti»).
  
    A todo esto cabría preguntarse ¿No hay futuro? Bueno, no podemos pretender aspirar a un futuro en el que las bases del presente están tambaleando entre un total enamoramiento selectivo del pasado y la incidencia cada vez más marcada de las tecnologías como la Inteligencia Artificial.
Podría aseverar que no hay futuro si los jóvenes de hoy aspiran a ser los nuevos youtubers, los más notables influencers o gamers reconocidos; ni hablemos de la moda estúpida de ser un personaje de Tik Tok, o hacer música basura para llenar de billetes los bolsillos de los magnates que manejan la industria del entretenimiento; también hay quienes se meten en el mundo de las finanzas, los casinos online o el submundo oscuro del contenido para adultos (OF- [Only Fans]). Desde ya lo digo ¡El mundo no necesita más influencers ni youtubers, ni mucho menos «modelos» inmorales! Y atención, esto no es una crítica a las libertades individuales, es más bien entender que si vas a ocupar el rol de un comunicador en medios digitales, debes tomarte ese papel en serio y crear algo que verdaderamente venga a sumar de manera positiva.


 
   Estamos completamente empachados de tanto brainrot. Hace falta más pensar en vez de consumir por el placer hedonista que nos produce el gozo tecnológico.
 
   Propongo entonces un resurgimiento de la educación que vaya en contra de las corrientes tecnológicas, donde se lea más en vez de ir directamente a ChatGPT. Porque así todo esfuerzo queda completamente invalidado si le entregamos a la máquina las tareas que nosotros mismos debemos realizar. Esto solo fomenta la vagancia del alumnado, lo que desencadena en una pérdida de interés y que da como resultado deserciones escolares en masa, o chicas y chicos que egresan sin saber ni un ápice de cultura general.
   
   El «No Futuro» no es para mí únicamente, es para lo que viene. Tenemos que estar preparados ante la ola de ignorantes que nos van a avasallar con sus discursos incoherentes y que no quede duda de que serán ellos los que celebrarán, llorarán y votarán a los nuevos dictadores ¿Y todo esto por qué? Por haber intercambiado la libertad que nos da el estudio y preferir las burradas de la vida pueril, donde tú vida está marcada por el número de un legajo. La escuela te da identidad, abre tu mente, te permite razonar, crear tus propias visiones, y te inculca el valor de poseer un pensamiento crítico. Si permitís que te vacíen de todo eso, entonces ya has perdido todo valor como ser humano, serás un ente amorfo que vaga por ahí, dependiendo siempre de los demás, sin poder decidir por sí solos.



    En cuanto a los padres que golpean a los docentes creo que, en este futuro sin futuro—valga la redundancia—, llegará el tiempo en donde está actividad se tornará algo normal. Podría entonces, en un futuro próximo, volverse un deporte de talla Nacional como: «Boxeo a la Profe» o «Combate Mortal: Edición Escolar». Serían espectáculos semanales en los que un profesor o profesora—aquí no hay ley de género que tenga efecto—deberá someterse a una sesión gratuita de golpes por parte de padres encolerizados, porque a su bebé le han puesto un uno en matemáticas. Imaginen eso, el rating sería altísimo. Sin embargo, nadie entendería lo que hay detrás del combate—claramente no podrían conectar dos neuronas— al ver que ahí, en ese ring sucede lo mismo que en la lucha libre (¡Oh noble deporte!). En ese centro de masacres se narrará una única historia, que se repetirá en bucle hasta el infinito: es la ignorancia (padres y alumnos) vapuleando al saber (docentes). El chiste se cuenta solo.
  
  Por favor no tome esto como una provocación—aunque mi prosa quiere ser así de altanera—y si lo hace tal vez sea porque usted se siente identificado con esos sobreprotectores violentos que pretenden imponer su barbarie ante la civilización de la educación.


*******

4
Tampoco es para tanto


   Así me dijo alguien una vez: «Si total los pibes hacen lo que quieren. No vas a poder hacer nada, no se puede cambiar las cosas» Que te digan que «las cosas son así y ya» es algo que todos sabemos, pero por intentar mejorar un poquito el mundo no pierdo nada.
 
  Muchos pensarán que malgasto el tiempo al escribir éstas cosas, sin embargo para mí no es más que tiempo invertido en algo que, por más que no llegue lejos o no tenga un reconocimiento más allá de la internet, al menos me permite desahogarme.
Pero en parte tienen razón, si los chicos no quieren ir a la escuela no pasa nada. Si deciden abandonarla tampoco pasa nada. No hay de qué preocuparse frente al abismo que se nos avecina. Al final, todos saltaremos a él más tarde o más temprano.
  
  Tampoco está de más que me muestre alarmado frente al advenimiento de una sociedad hueca. Al menos lo que escribo dejará constancia de que mi postura fue siempre la de mejorar esto que somos, y no la de hundir más el barco.



   El detonante que me llevó a escribir esto fue una noticia sobre un sobreprotector que golpeó a la maestra de su hijo, en Río Cuarto, provincia de Córdoba (Argentina), porque está lo retó. Da la sensación entonces que las escuelas ya no tienen el derecho de corregir las malas conductas de los chicos rebeldes. Recuerdo que leí una vez que las escuelas en los Estados Unidos trazaban una línea de vida de sus alumnos según su comportamiento, es decir que si actuaba como un patán, posiblemente ya de adulto terminaría caminando por la senda incorrecta. En otras palabras, como te comportes dentro del aula será determinante para saber que tipo de personas serás en el futuro. Por eso la escuela tiene el derecho de corregir las conductas inadecuadas, de lo contrario estaría invitando a que el alumno continúe repitiendo una forma de ser que no beneficia a nadie.
 
   Por favor, se los encargo con toda mi alma, cuidemos a las escuelas, pues en ellas se encuentra la esperanza de los pueblos, y son los maestros y profesores los verdaderos héroes sin capa, que pelean palmo a palmo para erradicar a la ignorancia de las naciones libres. Solo eso les encargo, es poco, pero suficiente como para hacer girar la rueda en un sentido en el que salgamos todos beneficiados.

   Muchas gracias por compartir este momento.

*******


Un pequeño Mark
 siendo abanderado 









No hay comentarios.:

Publicar un comentario