SOMOS HISTORIA
UN CONCEPTO SIMPLE PARA PODER ENTENDERNOS
Por...MARK
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Como seres humanos conscientes de lo que somos, y sobre todo del aquí y ahora, estamos indudablemente atravesados por la experiencia. Sucesos de la vida que nos transforman, nos corrigen o nos mantienen jugando diferentes papeles. A estas experiencias podemos englobarlas en una característica única: cada ser humano está completamente atravesado por una historia.
Esas historias son las que forjan nuestra identidad, las que, con el paso del tiempo, van moldeando esto que somos y la da una explicación (no una justificación) de porqué muchas veces actuamos como actuamos, o tenemos ciertos comportamientos que pueden ser positivos o destructivos para la persona en singular o para su alrededor en plural.
Las historias que hemos vivido, nos marcan como un hierro caliente a un animal indefenso. Nada queda libre del efecto que causan las vivencias en nuestra mente y en nuestra piel.
Dejar de ver personas y centrarnos más bien en intentar leer historias, no puede dar un punto de vista nuevo sobre aquel ser que de primeras me parece extraño, pero que es igual a mí en casi todos los aspectos.
Entender que estamos atravesados por aventuras o desventuras, puede, de alguna manera, terminar con las ideas preconcebidas (prejuicios) que solemos tener con tal sólo ver la apariencia de aquel o aquella que me encontré caminando en la calle.
La forma en la que nos vemos, la manera de caminar, el estilo de comunicar, son aspectos que se definen de acuerdo a lo que hemos ido viviendo en el transcurso de nuestra existencia. Es decir que, somos moldeables ante las experiencias que nos van llevando de un lado a otro. Evidentemente, el impacto de dichas experiencias, va a cambiar nuestra perspectiva de la realidad dependiendo de su impacto. No es lo mismo una experiencia plenamente positiva que una experiencia con una carga negativa. Parece que estuviera explicando lo obvio, pero lo que quiero decir es que, muchas veces, independientemente de lo bueno o malo que pase en nuestras vidas, existen personas a las que lo positivo es bienvenido y lo negativo siempre les llega con una enseñanza para seguir creciendo. Mientras, hay personas a las que las experiencias positivas son casi imperceptibles, mientras que las negativas, son su pan de cada día.
Este balance continuo de lo bueno y lo malo, que muchas veces parece desequilibrado, puesto que la balanza se inclina más para un lado (negativo) que para el otro, es el que termina formando nuestro carácter. A través de las experiencias vamos creando nuestro verdadero ser, nuestro sentir, nuestro temperamento, esto también le da vida a nuestra voluntad, es decir: la capacidad de hacer a pesar de la adversidad. Algunos le llaman resiliencia, pero yo considero que el ser resiliente está un escalón más del ser que tiene voluntad. Mientras la resiliencia es: la virtud de mantenerse firme cuando los vientos no son favorables, la voluntad es más cotidiana, es: el hacer a pesar de estar deprimido, es no pensar en el suicidio aún así no tengamos más ganas de seguir estirando esto que llamamos estar vivos.
Las ganas de vivir o la necesidad de no querer vivir tan agónicamente, son un reflejo de lo que entra dentro de las experiencias. La vida es dura, todos lo sabemos, pero hay quienes realmente viven un infierno allá afuera. No podemos entonces pretender ignorar las historias que vemos caminando. Habrá algunas que serán para escribir un best seller y existirán otras que son comunes y sin tanto brillo.
Cada uno de nosotros vivimos en la historia que en parte elegimos, pero de la cual no somos conscientes. Para explicarme mejor: hasta acá más o menos hemos ido viviendo de la forma que queríamos, pero nadie sabe cómo vamos a estar dentro de quince o veinte años. Por eso considero que las mejores historias son las que se escriben de a poco, las que se centran más en los detalles pequeños y simples. No hace falta que tú vida esté bajo la dirección de un Tarantino o de Steven Spielberg, basta con que vos tomes las riendas de tu destino siendo consciente de que la vida no es fácil, pero que sos el único actor que te queda para interpretar el rol que más te guste.
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Por eso, antes de emitir juicios o llevar a cabo la falsa práctica de la empatía, debemos primero conocer las historias. Prejuzgar es solo un mecanismo para intentar descartar sin conocer. Quién sabe tal vez, haya gente interesante que también venga a sumar a nuestra historia un capítulo importante... Porque no el mejor de todos.
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