MI HISTORIA DE AMOR POR EL WRESTLING
DE LO TÉCNICO A LO HARDCORE
CAPÍTULO 1
Voy a traer a colación un aspecto de mí vida que me gusta, y que no tiene nada que ver con esa mierda de la política, o lo intrincado de las reflexiones filosóficas. Tiene que ver con las cosas que me gustan mirar, y de las cuales disfruto mucho, por ejemplo: la lucha libre.
Ese deporte-espectáculo ha pasado de ser un evento que miraba cada tanto en televisión o por la computadora, a ser ahora una pasión. Me gusta la adrenalina que me despierta mirar a esos gladiadores batirse a duelo en el ring, desplegando toda esa magia que rodea a los movimientos bien ejecutados, los lances, los moonsaults o los topes suicidas.
Admiro mucho a figuras de ayer y de hoy como: Bret Hart, Dynamit Kid, Chris Benoit, Eddie Guerrero, Rey Mysterio, El Santo, Blue Demon, Tiger Mask, The Ultimate Warrior, Sting, Lou Thez, Seth Rollins, John Cena, Randy Orton, Triple H, The Undertaker, Mike Foley, Shawn Michaels, Drew Macyntire, Will Ospreay, El Generico, Zack Sabre Jr., Shibata, Kenta, Misawa, PAC, Jushin Thunder Liger, Samoa Joe, entre tantas otras leyendas, como podrían ser: Bianca Belair, Rhea Ripley, Charlotte Flair, Liv Morgan, Lita, Chyna, Trish Stratus, Asuka, Niki Bella, entre otras más.
«I'm the best there is. Te best there was, and the best there ever will be»
(Declaración del Bret «The Hitman» Hart)
La verdad que la lucha libre también me inspira en el arte, y cuando ilustro a esos grandes astros, me siento parte de esa emoción que se ve reflejada en los coliseos, donde los/las guerreros/as, salen a darlo todo por ese amor al deporte, por ese amor al espectáculo. Pues no serían nada si no fuera por la fanaticada, que enardecida alienta por unos y desprecia a otros, son ellos el alma de la lucha. El público es la parte central de todo el show.
¡Ha, como disfruto de la calidad técnica de los luchadores! ¡Como me encanta verlos volar o haciendo maniobras increíbles en el aire! Pero, la lucha técnica no es solo lo que me apasiona, también me gusta aquel aspecto más salvaje, más violento, más hardcore.
La lucha libre extrema es una de esas cosas que me gusta mirar con demasiada atención y pasión. Esos cuerpos sangrantes pero que dan todo de sí para ganar el combate, me hacen amar aún más el deporte. Empresas como CZW o GCW, se han vuelto de mis favoritas, en especial la nombrada primero, y su tan famoso Tournament of Death o el festival de la violencia como suelo decirle. Ante cada combate me quedo completamente estupefacto, al no poder comprender como estos guerreros hacen para resistir el dolor que producen los vidrios rotos, los tubos fluorecentes, y el alambres de púas (por nombrar algunos objetos cotidianos en este estilo luchístico).
Pero vayamos al principio y trataemos de encontrar el momento en el cual me hice fan de éste gran deporte-entretenimiento.
CAPÍTULO 2
Nunca fui un fan de los deportes tradicionales o más comunes como el fútbol, basquet, tenis o rugby, siempre me han gustado los deportes de contacto, aquellos en donde no se trata de correr con una pelota en la mano, o golpear con algún objeto una pelota de menor tamaño. Tal vez cuando era más chico y mi infancia en el campo se reducía a leer, ir a la escula y después no hacer más nada, me gustaba jugar a la pelota, pero era más el gusto por patear o jugar a las mareadas, ya que sentarme a mirar un partido de fútbol me aburría, incluido aquí los mundiales. Pero había otras cosas que me gustaban y me seducían más, como el boxeo, el UFC o las MMA (tengo recuerdos de levenatrme a las siete de la mañana para ver las repeticiones de los combartes de MMA y box, por el canal Space).
Así fue como le agarré el gusto a las artes marciales, y en el año 2014 me metí a un dojo de Aikido, donde estuve cuatro años entrenando, aunque ya en ese tiempo la lucha libre era mi deporte favorito. La había conocido de chico, pues soy de la generación de programas como 100% Lucha, donde había leyendas de la talla de: Vicente Viloni, La Masa, Hip Hop Man, La Mosca, entre otros. Pero si me voy más atrás, conocí al wrestling, o otra cara del mismo, gracias al programa infantil Titanes en el Ring, el clásico con el genio de Martín Karadagian, más La Momia, El Caballero Rojo, Mister Moto, El Payaso Pepino, El Ancho Peuchelle y muchos más. Si bien el progrma se emitió en la época de mis padres (y tuvo otra edición en los 90's si no me equivoco), lo conocí porque en ese momento, cuando iba a la casa de mi bisabuela materna, era yo en ese momento muy fan del canal Retro (que luego cambiaría su nombre a TCM), y allí habían pasado una película que protagonizaban dichos Titanes.
«Ustedes son mi fuerza»
(Frase mítica del luchador argentino Vicente Viloni)
100% Lucha vino a despertar en mí una curiosidad y una pasión hacía el deporte, aunque era disimulado pues todos repetían el mismo comentario: «eso es falso, no se pegan de verdad». Pero de igual manera eso no detuvo mi camino hacia la exploración en el terreno de la lucha libre, y empecé a indagar, ya viviendo en la ciudad y con acceso a intenet, otros estilos y otros lugares en donde se llebavan a cabo dichos eventos. Por ese entonces conocí la WWF ahora WWE, la CMLL, AAA, AJPW, NJPW, Wrestling NOAH, TNA, Impact Wrestling, WCW, ECW. Esa búsqueda me llevó a demás hacia las empresas más independientes y de gran calidad dentro de este mundillo, como pueden ser: PWG, ROH Y CZW.
Sería ésta última (CZW), la responsable de hacerme adentrar en un mundo tan salvaje y apasionante como el de la lucha extrema.
CAPÍTULO 3
Al princpio no le había dado importancia, había entrado en una fase donde calificaba de verdadera lucha, a aquella que se la llama técnica. Pero como era de esperarse, tarde o temprano llegué a lo hardcore y allí me quedé, siendo un estilo que admiro, sobre todo por la resistencia de los luchadores sobre el cuadrilátero. No podía creer como era que podía seguir firmes despúes de haber destrozado con sus cabezas una plancha de cristal. Ni hablar cuando el arma predilecta eran los tubos flourecentes. Tengo memorias de combates, que están en Youtube, donde la lona del ring es una sola gota de sangre.
Obviamente que también recibí el repudio de quienes no ven lucha libre y catalogan a aquello como depravado, innecesariamente salvaje o más bien bizarro. Digamos que en parte los entiendo, no cualquiera está preparado para ver un evento de tal magnitud, es evidente que el primer choque sea negativo, y fue lo que a mí, en un principio, me pasó. Pero creo que era por ese prejuicio de creer que la verdadera lucha es aquella que demustra la espectacularidad en el ring, pero descubrí otras formas de demostar o de dar, en todo caso, un espectáculo. De heco fue con la empresa BJW con la cual retomaría ese tipo de wrestling.
Considero también que existe entre el público que mira ese estilo luchístico (y me incluyo en él), un poco de morbosidad, al ver dos hombres o dos mujeres (tal vez mixto), darse con todo lo que tienen a su alcance, para sacar entonces la sangre, que es el verdadero espectáculo.
Pero esto no solo está presente en estas empresas, lo podíamos ver tranquilamente en las luchas más salvajes de la WWE con la Attitude Era o la Ruthless Aggresion. Podría citar combates tan memorables como: Bret Hart vs Stone Cold Steve Austin (Wrestlemania 13), Eddie Guerrero vs JBL (Judgment Day 2004), John Cena vs JBL (Judgmente Day 2008), Mankind vs The Undertaker (Hell in a Cell), Triple H vs Mick Foley (Hell in a Cell), Edge vs Mick Foley (Wrestlemania 22), entre otros tantos enfrentamientos. Ahora ya la WWE se cuida un poco de toda esa violencia, pero creo que son las empresas mas chicas las que ahora se lanzan a ese mercado, aunque antes teníamos a otra empresa de lucha hardcore importantísima para la historia de este deporte-spectáculo, estoy hablando de la ECW, con un rooster lleno de grandes talentos: Rob Van Dame, Sabu, Sandman, Tommy Dreamer, Terry Funk, entre otras leyendas.
No hay duda de que la lucha extrema tiene un gran potencial, y ahora con las redes sociales, poseen mayor viralidad, pues esos segmentos más sádicos son resubidos y compartidos por los espectadores en TikTok o Instagram.
Hay que darle una oportunidad a lo hardcore, nunca defrauda, y nunca deja de sorprendernos, pues nunca sabremos hasta donde llegan estos idealistas de la violencia, estos carniceros de la lucha libre.
CAPÍTULO 4
¿Pero en defnitiva, por qué me gusta la lucha libre? Bueno tengo dos razones principales: a)-Me interesa mucho la parte atlética, la destreza con la que se mueven en el ring, los movimientos, las sincronizaciones, como caminan sobre las cuerdas, la capacidad de manejar a la audiencia. b)-La otra parte que me gusta es lo que sucede en el backstage o lo que hay detrás del kayfabe, es decir como escriben los giones, como se narra la historia, como está guionada la victoria o la caída de tal o cual luchador; como diría un gran luchador español:
«Estás viendo una peli de acción en tiempo real»
(A-kid declaración en el podcast The Wild Project)
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Creo que a estas alturas, cuestionarse si la luca libre es real o falsa es un debate que no tiene sentido, a fin de cuentas solo se trata de disfrutar del producto, compenetrarse con la historia y dejarse llevar a ese mundo que nos quieren contar dentro y fuera del ring. Ya no me rompe mucho los cocos que se cuestione lo que veo, tomo los comentarios como de personas que no comprenden o no quieren ir más allá del concepto de Lucha Libre, como un espectáculo donde los luchadores son a su vez entretenedores deportivos.
Solo se trata de sentarse un rato a disfrutar un poco de aquello, sin importar la realidad de lo acontecido.