REFLEXIONES O MEDITACIONES DE UNA VIDA CONSCIENTE
Una mirada al abismo de la vida
a) A veces durante la noche me despierto y escucho, allá a lo lejos oigo el sonido de mil voces que gritan y me llaman. Son los demonios que pueblan la tierra. Claman entre llantos la derrota de la inocencia, la victoria de la ignorancia y la pérdida de lo bello de la naturaleza humana. Paciente dialogo con ellos, trato de escucharlos todo lo que puedo, pero la conclusión es siempre la misma: somos esclavos de la mente, y la mente muchas veces es inconsciente a la hora de actuar, cree tener siempre la razón, muchas veces es negra como la noche y desprende una ráfaga ardiente de improperios. Es la mente la que impulsa el ego, que a la vez se balancea en la vanidad de creer ser superior, cuando en la igualdad todos somos lo mismo.
b) Una vez que he escuchado a todos los demonios puedo volver a dormir en paz, esa paz me lleva de vez en cuando a soñar con personas cercanas, parientes que ya no están en esta vida, pero que de alguna forma se comunican conmigo, se que parece sacado de un cuento de fantasía, pero es real y no siempre me sucede, se da en momentos específicos que no sabría determinar por aquí. Pero soñar con personas que están en la otra vida me enseñó a valorar ésta en la que estoy ahora respirando. Aprendí que no hay límites entre lo que vemos y lo real. Por mí parte considero que tanto lo visible como lo invisible, son materia transformable.
c) Y si de materia hablamos, el ser humano lucha ahora una guerra mucho más poderosa que cualquier otra cosa, las nuevas batallas o las nuevas problemáticas son ahora mentales. Si antes el hombre debía preocuparse por su subsistencia, es decir, comer, hidratarse, procrear, trabajar, etc., ahora se encuentra con un enemigo más poderoso. Los terrenos a los que la humanidad arriba, tiene que ver con el campo mental, porque a demás de realizar las tareas anteriormente mencionadas, ahora debe luchar un guerra material y real contra la depresión, la angustia, la ansiedad. Los rivales del hombre ya no son animales salvajes o la brutal fuerza de la naturaleza, sino su propia mente, que lo aparta de su verdadero ser.
d) Construimos la esencia de lo que somos a través del paso del tiempo, pero no hemos de cambiar aquello que somos porque simplemente el tiempo no pase. A veces o de vez en cuando, caemos en el eterno devenir de no saber que va a pasar, eterna incertidumbre, que nos hace dar cuenta que la vida no está sino que es.
e) La vida consta de instancias, pequeñas metas que se van desbloqueando para seguir avanzando, y los problemas no son más que simples jefes que hay que empezar a derrotar. A ver, sabemos que la vida está, es lo que nos rodea, a saber: lo material, lo inmaterial, lo visible, lo invisible, lo molecular y los celular. Pero a su vez, la vida es, por ejemplo: es el ahora, es el momento, es el presente, pero esto se ve en la toma de consciencia de que la vida siempre es más, es decir: es más experiencia, es más conocimiento, son más sueños, más desafíos, más problemas y un largo etcétera.
f) Vivir conlleva equilibrar la balanza entre lo que soy y lo que esperan de mí, pero siempre sabiendo que se puede demostrar que uno puede conseguir el equilibrio perfecto entre esas dos caras de un mismo ser. Conseguir el equilibrio en la vida es el ideal o lo deseable para poder vivir, ya que caer en extremos es la ruina para el hombre o la mujer que aspira siempre a un estilo de vivir más simple.
Nuestra mente es un universo en si misma, abierta a cualquier posibilidad
g) Que más quisiera que la vida sea un camino llano, plano, en donde los problemas se mantengan alejados de la vida simple que no los llama ni los quiere cerca. Pero sería de una liviandad casi imposible poder librarse del peso de los problemas, por lo que así es el vivir. La mujer o el hombre sabio busca siempre la tranquilidad por sobre cualquier otra cosa, para no caer en las trampas de la vida.
h) La idea no es sonar como esos gurúes de la vida, que lucran con la desesperación de la gente. Lo mío es todo lo contrario, es el enfoque a una vida simple pero ¿Cómo llego a ella? Pues no lo sé, todavía estoy en la búsqueda, estoy aprendiendo, todos los días son una nueva forma de aprender, cada día que llega con el despuntar del alba, se convierte en un día más en la escuela de la vida.
i) No tengo la claves para el perfecto vivir, mientras pueda vivir bien ya me conformo, trato de alejarme de lo negativo, pero hay veces que la ansiedad y un sentimiento depresivo me inunda el cerebro, pero a pesar de todo, trato de no ahogarme.
j) En este mundo tan dinámico, que ya no corre sino vuela, es normal vivir en el sociedad de la ansiedad. Estamos sometidos y sometiendo a la vez a las nuevas generaciones, a una rutina de vida valorada más por el hacer, por el «yo quiero», por el «tú debes», estamos sometidos siempre a los designios de los demás: trabaja más duro, piensa en tu futuro, ten hijos, cásate, forma una familia, compra y tira, no pierdas el tiempo, que vas a hacer con tu vida, estudia, produce, etc. Estamos calibrados a depender siempre del ojo del otro, como si mí vivir tuviera la obligación de ser sometido a un riguroso examen por parte de la sociedad, la misma sociedad que aparta a los diferentes, que margina a los «locos» y que se cree superior que la otra sociedad vecina.
k) Sueño siempre con un mundo del mañana, dominado por la ilusión del crecimiento, siempre en pro de una vida mejor, considero que las nuevas generaciones deben aprender a vivir desde su tiempo hacia delante, no hacerle caso a los ancianos que ahora son sus padres. Nacemos para vivir, y cada uno vive con lo que le toca. No me puedo lamentar por no haber nacido como un millonario, no puedo pasarme la vida buscando amar a alguien como si de una superproducción de Hollywood se tratase, la idea siempre es reconciliarse con lo que uno tiene, no puedo concebir la idea neo-hippie del amor propio, que busca abrazar siempre la mejor versión, eso e falso, amarse a uno mismo, por ende el amor propio, es aceptarse en lo vital y lo consciente, pero reconociendo siempre todas nuestras aristas, amando lo bueno y lo malo, la luz interior y las tinieblas que hay en nuestra mente. Es amar al ser completo reconciliado con la sombra, como dijo alguna vez Carl Jung.
l) Ahora bien, el amor es la esencia de todas las cosas, nada se puede hacer sin amor, a diferencia de el mal o lo malo, que necesita de una fuerza creadora para poder hacerse, el amor surge y brota de todas las cosas, el amor se crea a si mismo, no depende de nada, todo lo que es hecho con amor perdura para siempre en el tiempo, es como el valor de las cosas sencillas, lo simple perdura al igual que las ideas. Lo sencillo produce una repetición, un eco en el túnel de la vida, que hace que las cosas se vuelvan eternas.
m) Las palabras son el contínuo movimiento de la energía vital, nunca se quedan estáticas, porque por más petrificadas que parezcan en la pantalla, de alguna manera cobran vida, se mueven en la consciencia de quienes las leen en el silencio de la noche, o en la comodidad del día. Nada en esta vida se mantiene como está, todo está en movimiento, algunas cosas maduran y otras simplemente traspasan la barrera de la vida, y se van en un viaje al otro lado, pero todo es cíclico y nosotros somos los que impulsamos la energía. Nunca hay que sobrevalorar el poder de la palabra—ya sea escrita o hablada— porque en su seno reside el poder de transformar.
n) Transformar significa cambiar y cambiar significa reinventar. El ser humano es un inventor desde sus inicios, posee el don de reescribir la historia, de darle una nueva intención al orden natural. Para ello necesita desacomodar ese orden natural, pues todo cambio equivale siempre a salir de lo cómodo, es someterse al examen de la incertidumbre, pisar terreno desconocido, para finalmente recomponer la estabilidad. Es sustituir lo viejo por lo nuevo, pero siempre con un efecto que precede a la inestabilidad cuyos efectos son altamente gratificantes.
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Esta podría ser la segunda parte de «Confesiones», debido al gran y sorpresivo recibimiento que ha tenido la publicación anteriormente mencionada, pero quería que fuera esto algo más que una mera continuación. Sinceramente estos estados de reflexión son el trabajo meditativo calmado sucedidos en momentos de crisis, y considero que es mejor publicarlos antes de que se pierdan entre los papeles de mis cosas. Considero que podrían talvez inspirar a alguien o a su vez no producir ningún efecto, pero después de todo no son solo simples palabras.
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