CAPITULO XI
Llegamos a la casa y nos fuimos directamente hacia la parte de atrás de la misma, y allí estaba la marca circular en el piso y aún permanecía tibia, a pesar que habían pasado tres días desde la última vez que estuvimos en la casa.
El círculo era perfecto, y las piedras que estaban al rededor de este, parecian haber sido calcinadas por aquella potente luz.
La idea era ver si aquello lo había producido la máquina de la foto o era algo más, así que tomando lo que teiamos a la mano comenzamos a cavar. La tierra era blanda, pero a medida que avanzamos con nuestra tarea, se empezaba a tornar más extraña, con una textura similar a la lava que sale de un volcán y se empezaba a sentir caliente.
Fue la pala de Johnny la que toco algo duro y que emitió un sonido tosco. Apartamos la tierra y encontramos una puerta de madera la cual nos llevó al interior de un subterráneo y allí estaba una máquina un poco más chica que un auto, y nada parecida a lo que me hubiera imaginado.
Estaba seguro que era algún vehículo o medio de transporte, pero provisto de una tecnología desconocida para nosotros, o muy avanzada para nuestras epoca. La examinamos con cuidado, de arriba hacia abajo, era algo impresionante. Al parecer había sido construida en un metal bastante resistente, aunque en algunas zonas estaba destruida.
Nos quedamos contemplandola con asombro y una sensación de bienestar en nuestro pecho, habíamos encontrado la máquina de la foto, ese era un gran paso para nuestra investigación, solo restaban algunas cosas mas.
Johnny tuvo la idea de seguir recorriendo el lugar en el que estábamos, ya que este era bastante extenso, y algo interesante, y podíamos quizás encontrar más pistas y eso fue lo que encontramos.
Había dado unos cuantos pasos cuando llegamos a una sala bastante iluminada con la luz del sol que entraba por unos grande ventanales, lo que supusimos que estabamos en alguna habitación de la casa, a la cual habíamos llegado siguiendo la ruta de aquella maquinaria.
La luz bañaba de lleno que a simple vista parecía ser una sala de reuniones común y corriente. La mesa era de forma rectangular y larga, rodeade de grandes y antiguos sillones dispuestos en orden, en la punta de aquella mesa se hallaba dos sillones que daban la impresión de ser para alguien muy emportante, teniendo en cuenta que estos eran más grande que los otros y con una madera gruesa labrada a mano.
En el centro de la mesa se hallaba una especie de símbolo, similar al que tenía aquel ídolo cadavérico en el pecho, lo que no me llamó la atención ya que cada sillón tenía un símbolo distinto.
Johnny me llamo desde la otra punta de la sala, con un tono de voz que denotaba algo de excitación, pues eso tono era el indicado debido a lo que había encontrado.
Las estatuas estaban hechas de una una masa de arcilla, moldeadas en unas posiciones que mostraban sufrimiento. Pero el parecido con la familia Harrys era sin lugar a duda intrigabte.
El hombre estaba en posición fetal, agarrandose la piernas mientras si cara transmitía dolor, la mujer estaba de rodillas con sus manos en la cabeza, gritabdo, los que parecían ser los hijos se encontraban acostados y retorsiendose.
Eso nos no dejo más que desconcertados, y con un cuestionario sobre nuestra cabeza, cuando detrás de ellos se alzaron dos figuras, altas y de aspecto nada humano que nos contemplaban si pestañar.
CONTINUARÁ...
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