CAPÍTULO IX
La figura aparecia magna, alzandose sobre mi, mientras que sus cuatro brazos intentaban capturarme y llevarme a una muerte segura. Sus tres cabezas querían devorar mi carne, mientras que yo corría tan rápido como podía.
Aquella construcción cadavérica se abalanzaba hacia mi, dando grandes pasos con sus tres poderosas piernas, a la vez que emitía un chirrido extraño de sus bocas, similar al de un cerdo al que están matando.
La abominable bestia venía detrás de mí, con una sed insasiable de sangre, pero unas manos me tomaron por sorpresa y me rescataron de esa horrible pesadilla. Era mi madre que había escuchado los gritos que emití durante el transcurso de aquel sueño horrible.
La pesadilla me había dejado un mal sabor de boca, más un sabiendo que aquella cosa realmente existia. Después de almorzar me acomodé en mi cuarto a pensar, sabía que al encontrar semejante horror no me iba a ser tan fácil dormir por las noches, no me entraba en la cabeza la idea de que alguien se había tomado la molestia de crear tan repugnante cosa.
Solo la mente más retorcida podía hacer tal bestialidad, o quizás fue obra del mismo ser extraño que había visto en la foto, todo encajaba, ya que también lo había visto dos veces. Sabia que para hacer algo bien tenía que recurrir a la policía, para que ellos realizan una investigación, aunque también podían pensar que se trataba de una broma hecha por un adolescente con mucha imaginación.
Permanecí en silencio un rato, meditando la situación y creí conveniente aguardar ya que me inclinaba por la segunda opción.
Me acerqué a mí escritorio y tome el libro que había encontrado en la biblioteca de la casa, y lo abri sabiendo que de igual manera no encontraría ninguna respuesta, pero me equivoqué.
Allí estaba, en medio de la página la ilustración que hizo explotar mi mente. La imagen se mantenía impoluta en la hoja, en donde se retrataba a la figura con una línea clara en la misma posición como la había visto, al lado se leía una inscripción con una letra un poco mal hecha, pero que no tardé en descubrir lo que querían decir.
Tome un papel y escribir todo lo que contenía esa mensaje, decía más o menos así: " Las tres cabezas simbolizan la sabiduría diseminda en el mundo, los cuatro brazos señalan los diferentes puntos cardinales y las tres piernas el paso del hombre por la tierra. Para adorar a los Celestiales, la construcción de ese ídolo humano, deve de hacerse con las personas vivas"
Esa última frase me dejó impactado ¿a caso ese "ídolo" como le decían había sido hecho mietras las personas estaban vivas? Tenía que investigarlo, di vuelta la página y otra inscripción decía: " El símbolo debe ser pintado con la sangre de una mujer virgen y joven, para purificar el alma de las personas que fueron utilizadas en la construcción del ídolo. Para iniciar la conexión con los Celestiales es necesario entregar la sangre del ultimo hijo de la familia, solo así se cumplirá el pacto"
CONTINUARÁ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario