Las dos figuras nos miraban pacientes, con
sus ojos clavados en los nustros, ambas alcanzaban los dos metros de altura, uno
era una figura masculina y la otra femenina, los rasgos de la cara no se podian
visibilizar con detalle, pero eran de cabeza redonda y ojos grandes, carentes
de nariz y uno labios que apenas se marcaban en su rosto, tenían la piel de un color grisáceo mezclada con tonos de un color
similar al de la piel humana, pero esta era aceitosa como si un liquido
emanara de ella.
La figura masculina dio un paso frente a
nostros, sin apartarnos la mirada ni un segundo, mientras la mujer, si se le
podía decir asi, seguia firme en su posición. La figura que estaba delante de
nosotros extendió su mano y la dirijio a la cara de Johnny, que temblaba del
miedo que sentía y de repente lo tomo por el cuello y lo levantó asfixiandolo.
Grité para que lo soltara con todas mis fuerzas,
mientras Johnny luchaba por soltarse, a la vez que la mujer salía desde las
sombras a mi encuentro, el crujir de los huesos de mi amigo, me paralizaron, el
miedo me habia poseido y la mujer ya me tenía entre sus brazos. En un segundo
me desmaye.
Desperte atado a una pared, todavía seguia
en la sala, por suerte no tenía ninguan herida, mintras que Johnny estava atado
de pies y manos sobre la mesa y colocado en el centro del simbolo que esta
tenía. Para que Johnny no pudiera escapar le habian fracturado las rodillas, lo
note por el trozo de huso que sobresalía de la piel ensangrentada. Una de las
figuras, la mujer, colocó una manta blanca sobre la cara de mi amigo y por detrás
aparecia la otra, el hombre, portando una daga típica de sacrificios.
Lanze gritos y alaridos evitando y
maldiciendo a esos seres para tratar de evitar lo que estaba a punto de
suceder, pero lo que obtuve fueron varios golpes que esa cosa que representaba a una mujer
me propinó. El ser que seria un hombre levantó la daga y pronunciando unas
palabrad en un dioma que jamas habia escuchado, introdujo la hoja del puñal en cuello de
Johnny, seguido de otra en el corazón y la última en el estómago. El sonido del
cuchilo atarvesando la piel y la carne de mi amigo me revolvieron el estómago,
mientras la sangre recorría el símbolo hasta completarlo.
En un instante, mientras el sol brillaba en
su maximo esplendor, todo se volvió oscuro, como si el mismisimo día se hubiera
apagado. Entre la oscuridad pude sentir unas manos frías tocarme, mientras los
grilletes que me sujetaban se aflojaban, palabras en un idioma raro llegaban a
mis oidos, hasta que volvio la luz, pero esta de una manera intensa, para darme
cuenta que aquellas cosas me tenían asujeto y que iba directo a una murte
segura. Hice todo lo que pude y logre safarme de sus manos y corri, con toda la
energía que aun me quedaba.
Sali de la sala de vuelta al patio trasero,
era de noche, pero alto en el cielo se alzaban unas cinco luces, iguales a las
de la de los recortes de periódicos, mientras que por detras una mano me tomaba, un rostro viejo y
demacrado, con un olor a muerte y decandencia me hablo al oido:
—La
porfesia se cumplió... El hijo menor fue entregado y los Celestiales ocuparan
su lugar, sentandose en el trono como unicos dioses... Avisale a todos, la hora
del fin llegó. Solo la muerte puede salvarnos del sufrimiento, una familia
caera y el hijo traicionara al padre... La profecía se ha completado. Ellos
vienen por nosotros.
Cuando quise darme vuelta para responderle,
el hombre ya no estaba, pero todo tenía una relación, Johnny ere el menor de cuatro hermanos, y aquellos seres los llamados Celiestales, iguales al de la
foto, ¿era posible que el que me habló haya sido el señor Harrys? No lo sabia y creia que nunca lo iba a saber, pero la historia se habia vuelto a repetir.
Sali rápido de alli, la gente se reunía en
las calles para contemplar aquel siniestro espectalo sin saber lo que hiba a pasar,
pero ¿qué era lo que me había querido decir realmente al confesar que una
familia ascendera y un padre caerá por un hijo? Al llegar a mi casa lo entendí
todo.
FIN DE LA PRIMERA PARTE.
FIN DE LA PRIMERA PARTE.
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